29.8.11

LA HISTÒRIA DE LA LORENA , EXEMPLE DE FORTALESA

Si una cosa definia la Lorena era la voluntat de tirar endavant, sempre amb els millors ànims i una gran actitud positiva. Mai va deixar d’estudiar. Una professora anava a casa seva per ajudar-la. De tant en tant, ens venia a veure, trobava a faltar els companys i l’ambient de classe. Volia acabar l’ESO per estudiar alguna cosa que li permetés fer un servei als altres. El moment més trist que vam passar va ser quan, dos dies abans de morir, va pressentir la seva mort i ens va venir a veure a l’institut amb la seva mare. Li vam donar una forta abraçada i ens vam acomiadar. Crec fermament que quan ens deixen persones estimades, comptem amb el seu record i amb tot allò positiu que vam compartir i, per tant, d’una manera més especial, encara hi són presents.

Maria Pampalona directora de l’IES Segarra de Guissona, on la Lorena va cursar els seus estudis.

TEXT CEDIT PER LA FAMILIA DE LA LORENA ELS AGRAÏM MOLT AMABLEMENT LA SEVA COL·LABORACIÓ

Me llamo Lorena Podadera Garcia, tengo 15 años y me han encontrado leucemia. Todo empezó un 26 de febrero de 2009, con unas anginas. Estuve una semana, luego empecé a ahogarme. Tenía el pulmón lleno de líquido y me mandaron en ambulancia al Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, donde me hicieron una punción en el pulmón.

El diagnóstico fue tuberculosis pleural. Estuve una semana con tratamiento y me mandaron a casa, pero al día siguiente me volvieron a ingresar porque los resultados no eran esos. Tenia un linfoma.

Me mandaron urgentemente al Hospital de la Vall d’Hebron. Ese mismo dia, ingresé en la UCI. Al dia siguiente, después de hacerme una punción medular, informaron a mis padres de que lo que tenía era leucemia aguda linfoblástica T. Me pusieron un medicamento por la espalda y al día siguiente empecé la quimioterapia.

Lo que peor llevaba era saber que me iba a quedar sin pelo durante todo el tratamiento. Fue un drama para mí. Lo del tratamiento no tanto, porque sabía que me iba a curar. No quería salir de la habitación para nada, hasta que me di cuenta de que el pelo es una cosa que, tarde o temprano, vuelve a crecer y hay muchos métodos para no sentirse mal: gorras, pañuelos, pelucas...

Hoy estoy explicando mi historia para la gente que esté enferma como yo. Que piensen en curarse y en estar animados, porque así lo llevarán mucho mejor, y que piensen en disfrutar de todos los momentos y, sobre todo, en salir de la habitación y hacer amigos.

Espero que os haya servido de algo lo que os he contado, porque a mí sí que me sirvieron las redacciones que leí de otros niños y niñas.

Y les estaré agradecida toda mi vida a mis enfermeras y a los médicos, porque me han tratado siempre muy bien, con cariño y mucha dulzura.

Ánimos a todos de todo corazón.

LORENA PODADERA